Buscando la perfección encontre la frustración

Desde que me volví mamá, leo muchos artículos de padres, de hijos, de crianza, de educación. Creo que como padres estamos con una necesidad continua de querer hacer las cosas bien y darles lo mejor a nuestros hijos. Adicionalmente, siempre estamos siendo evaluados por el mundo externo (familia, amigos, colegio, sociedad) y por nosotros mismos.


En alguno de esos días difíciles, cuando las cosas no salen como uno espera y con una sobre dosis de lloros y quejas, me pregunte mucho acerca de eso que leo. Hay cosas que edifican, que ayudan, que consuelan, pero por otro lado me di cuenta que hay muchas reglas, muchos paso a paso, muchos modelos. “Como hacer que su niño duerma en 3 días”, “como dejar el chupo en 5”, “como quitar el pañal en 8”, etc, etc , etc. Y que pasa cuando tu haces todos esos paso a paso y nada te funciona? Que pasa cuando tu hijo no encaja en esos moldes? Como te sientes? Angustiada? Desesperada? Nerviosa? Preocupada? No se ustedes, pero en mi caso, muchas veces me sentí frustrada preguntandome, “¿por que a los demás les funciona y a mi no?” ¿Por que los hijos de los otros si y los míos no?” “Por que? Por que? Por que?” Muchos por ques sin respuesta.

De tanto leer y buscar información, llega un momento en que uno piensa que algo no anda bien con uno o con sus hijos. A veces uno siente que las demás mamás son llenas de paciencia, sonrisas, juegos y espectáculos todo el tiempo y viene la frustración. No nos digamos mentiras, hay días de cansancio, de angustia, de no saber que hacer, de sentirse perdida, sin saber que rumbo tomar, como actuar, cual de toda esa infinidad de consejos que has leído aplicar. Hasta de pensar en volver a ser esa profesional, en una oficina, lidiando con gente adulta y no con lloros, berrinches, comidas, pañales y recreación. No es fácil admitir eso, sin ser juzgada. Será que hay mas mamás como yo que algunas veces se despelucan y quisieran hacer una buena pataleta con tirada al piso y gritos? Será que hay mas mamás que se han sentado al lado de su hijo a llorar porque no come o porque no duerme o porque no quiere tomar baño?

En este tiempo, me he dado cuenta, que si hay algo que nos afecta como mamás es el cansancio y la impaciencia, sobre todo en el primer o los primeros años de vida. El cocktel de cansancio +impaciencia y con una pisca de inseguridad nos puede llevar a sentir estresadas, perdidas, con tristeza, con rabia, impotente y con deseos de no ser mamá por unas horas o tal ves por unos días....hasta de preguntarnos, ¿será que yo si nací para ser mamá? ¿Por que me siento así? ¿Por que a veces siento que es tan difícil para mí? ¿Seré solo yo? ¿Seré una mala madre?
Algunas de esas preguntas, en algunos de esos momentos de desespero me hice y llore! llore de impotencia y de frustración y poco a poco me di cuenta que ciertos aspectos de la maternidad se me estaban volviendo una carga. Mis hijas las estaba sintiendo pesadas y ahí decidí PARAR, RESPIRAR Y PENSAR con calma y buscar una respuesta a mi necesidad no en google, no en los 200 blogs de mamás que existen, sino en Dios. Como no lo pensé antes? Por que a veces es tan fácil preguntarle a un montón de personas o leer y leer y leer y no es mas fácil, arrodillarte, cerrar los ojos y hablar con Dios y decirle: 

“Acá estoy! cargada, cansada, frustrada. Sin saber que hacer o como actuar. Me ahogue buscando respuestas donde no debía y olvide que tu debías ser el primero. Hoy vengo a ti a entregarte todo lo que siento, a entregarte mis hijas, mi mayor bendición. Muchas veces no se ser mamá, pero hoy creo que si tu me permitiste serlo, es por que tu viste mi potencial. Tu me formaste como mamá a tu imagen y semejanza y te doy gracias por darme esa oportunidad. Reconozco que he fallado y te pido perdón, por decir cosas que no debí decir, por pensar cosas que no debí pensar, por hacer cosas que no debí hacer. Ayudame y guíame. Principalmente Padre, lléname de todos los dones que necesito para ser mamá. Dame paciencia, dominio propio, sabiduría y dame cada día más y más amor por mis hijas. A partir de ahora quiero que tu guíes mis pasos en este camino de la maternidad. Decido descansar en ti. Y saber que tu formaste mis hijas en mi vientre con un propósito y ese propósito se va cumplir. Gracias por oírme. Amén"


Para concluir, no podemos dejar que esas presiones que vienen de afuera y muchas veces de adentro intentando cumplir “los estandares de calidad de como ser una buena mamá” o “como hacer el mejor hijo” nos generen carga, sufrimiento o frustración. Dejemos que nuestros patrones de crianza sean establecidos por Dios. El sabe y conoce que es lo mejor para nuestros hijos y para nosotras como mamás. La maternidad es una bendición, no es una carga!


Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” Mt11:28

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El cuadro blanco y el punto negro

Educando sin gritos. Parte II

Mayo mes de la Concientización del Síndrome de Williams (SW)

Ejerce tu papel de SER Mujer

Educando sin gritos